lunes, 17 de diciembre de 2012

Caminata VIII (Final)



Había trascurrido veinte minutos desde que los dos amigos se habían encontrado con el cadáver, Arturo no podía creer que su vecina estuviera muerta enfrente de él, Helena trataba de asimilar la situación. Ella decidió hacer una pequeña oración por el descanso eterno de la mujer.

-Vamos Arturo tenemos que salir de aquí e informar del cadáver
-¿Cómo vamos a salir de aquí? No conocemos el lugar
-Me creas o no, estuve hablando con ella –Helena señalo al cuerpo inerte- hace apenas menos de una hora, es por ella que te encontré y antes de alejarme de ella, me dijo que el camino para salir de aquí es “el de la derecha del cuerpo”, en ese momento no comprendí lo que me decía, ahora sabemos que tenemos que seguir ese camino y avisar.

Antes de irse, Arturo corto una flor silvestre y la coloco cerca del cadáver después los dos amigos anduvieron por el camino indicado, llegaron al estacionamiento donde habían dejado la camioneta. Helena utilizo su teléfono celular para informar del cuerpo encontrado.

Tuvieron que esperar más de una hora y media antes de que llegaran las autoridades correspondientes. Una vez terminado el interrogamiento de parte de la justicia, los dos amigos podían marcharse de aquel lugar. Durante el recorrido a casa de Arturo encontró entre sus bolsillos la libreta que había tomado de su vecina, ahora muerta.

Abrió la libreta y releyó la última nota que había escrito la autora de ese texto, al terminar su lectura alzo la vista hacia su izquierda, su amiga conducía en silencio, él solo voltio a su derecha y disfruto del regreso a casa con la compañía de una gran mujer.




Ultima nota de la libretita de Jezabel.

Si por casualidad alguien descubriera mi cuerpo sin vida y encontrara este mensaje le pido de favor dar a conocer mi pequeño mensaje.

Soy Jezabel, vivo en la calle Andares número cincuenta y tres, muy cerca de este lugar, aproximadamente ha unas cinco horas caminado. Quiero recodarles que en este mundo nos han enseñando a temerle a la muerte, la mayoría de las personas pretender estar jóvenes lo mas que se pueda, pero recuerden que somos mortales, que por mas que huyamos, vamos a morir, y tarde o temprano pasaremos a ser parte de otro universo.

Algunos tomamos atajos para llegar mas rápido, a veces es nuestra única solución –la única que encontramos o es nuestra incapacidad para encontrar soluciones menos drásticas- para dejar de sufrir. Me gustaría que alguien encuentre mi cuerpo, leyera y supiera de mi pequeña caminata por el  camino hacia donde todos vamos.


Caminata Parte VII



La vista desde las peñas era maravillosa, se llegaba a ver a una distancia de unos veinticinco kilómetros. Ahí estaba parada en una de las piedras, el aire corría fuerte y frio, decidí tomar un breve descanso antes de realizar la última parte de mi plan.

Me deje caer, y mire la hora eran  las cinco con cuarenta y cinco minutos de la mañana, era una nueva marca personal. Eche un vistazo a mi alrededor, era un momento inolvidable el estar ahí sentada, respirando y cansada. No tenía nada que decirme, sabía que la última parte de mi plan era la más importante.

Me puse de pie, sabia que si alguien era arrojado desde esa altura no tenia ninguna posibilidad de sobrevivir, que por la lejanía del lugar y que solo en pocas ocasiones era visitado aquel lugar, tardarían días o hasta meses para encontrar un cadáver, sino es que nunca lo encontrarían. Todos estos aspectos habían sido tomados en cuenta para realizar el último paso.

Antes de saltar, saque una pequeña libreta y un bolígrafo que cargo siempre en mi chaleco, escribí esta ultima nota…

martes, 11 de diciembre de 2012

Caminata Parte VI



Helena tomo la dirección contraria a la de su acompañante, no pensaba en mas que alejarse de él. Después de unos minutos Arturo miro hacia atrás y se percato que su amiga no venia, sin pensarlo retrocedió en el camino para buscarla sabia que no la podía dejar en ese lugar, tenia que buscarla.

Caminado entre los árboles y sin seguir un camino fijo se encontraba Helena, con un estado emocional mezclado, se encontraba entre el odio, tristeza, desolación, entre otros sentimientos. Por más que ella luchara e intentara que su amigo la mirara como algo más, no lo había podido lograr.

Recordó el momento en el cual ella decidió darle a conocer lo que sentía a su hasta ahora mejor amigo. Fue en un día soleado de verano, había conseguido que la acompañara a unas clases de tango y además de eso que él fuera su pareja y los dos tomaran la primera lección. Después de salir de la clase, decidieron pasear por un parque que se encontraba cerca, era una día agradable para una caminata, platicaban de cosas sin sentido de repente ella pregunto.

-¿Te gusto la clase?
- La verdad soy muy malo para el baile pero me agrado, la música era genial
-Estuviste muy bien, oye y todavía no tienes novia ¿verdad?
-No, todavía no
-¿Y como te gustan las mujeres?
-Inteligentes, simpáticas, que sean buenas conversando sobre diversos temas. Se me hace raro que me preguntes, llevamos ya buen tiempo de conocernos, supongo que me conoces y ya deberías de darte una idea sobre este tema…
-Bueno, era más para confirmar de lo que me percato… ¿Y qué opinas de mí?
-¿Cómo?
-Pues ¿cómo me ves?… Vale dejémonos de rodeos, se que contigo es mejor ir al grano, la verdad me gustas y no quiero ser sólo una amiga para ti, quiero que sepas que te quiero, que me encantas y que la verdad si me encantaría intentar algo más contigo…
-No se que decir Helena, nunca antes ninguna mujer me había dicho esto, y menos una amiga, pero sabes que me gusta hablara con la verdad y realmente no quiero ilusionarte, sabes que en este momento me interesa una persona… eres una gran mujer, una gran persona pero sobre todo eres mi amiga, perdón, te quiero pero como amiga.

Helena pensaba que fue una manera estúpida de declarar lo que sentía por él, y se reprochaba por tener la esperanza de que Arturo algún día la viera como algo más. A lo lejos escucho una voz que la llamaba, sabia que era Arturo. Decidió corre lo más que pudiera.

Después de gritar repetidamente Arturo se estaba quedando afónico, no sabia por qué  Helena había tomado es actitud, cada vez que salían la pasaban muy bien, eran contadas las ocasiones en que discutían por algo, en realidad solo habían sido tres ocasiones y con esta una cuarta.

Helena continúo corriendo hasta que el cansancio le ganó, se encontraba en medio del bosque, sin saber exactamente dónde. A lo lejos, percibió una silueta, al parecer era de una mujer. Aquella mujer se encontraba recostada en una piedra, al parecer estaba tomando un descanso. Helena decidió acompañar en su descanso a aquella mujer.

-Hola, buenos días
-Hola
-¿Me puedo sentar?
-Claro.
-Una pregunta, bueno antes me llamo Helena
-Mucho gusto Helena, no me lo tomes a mal pero no te puedo decir mi nombre, tampoco te asustes, no te haré daño…

Helena contemplo a aquella misteriosa mujer, se le hacia conocida, sabia que en algún lugar ya la había visto pero no recordaba de donde.

-No hay problema, la verdad te me haces familiar, oye ¿conoces muy bien este bosque? Es que corrí sin sentido y creo que estoy perdida.
-Lo conozco muy bien, no te preocupes te ayudare a salir de este bosque.
-Gracias
-Antes de salir, ¿quieres ir tu sola o buscamos a tú amigo?

En ese instante Helena sintió un escalofrió recordé todo su cuerpo, cómo esa mujer sabia que había venido a este bosque con un amigo.

-¿Cómo sabes de mi amigo?
-Perdón pero eso tampoco te lo puedo decir, solo te diré que me parece una buena persona, un gran hombre. Estas enamorada de él, ¿verdad?

Helena se empezaba a preocupar de quién era esa mujer enfrente de ella pero decidió seguir con la conversación, ella conocía ese bosque y había prometido ayudarla así que decidió continuar con la conversación.

-Sinceramente si pero él no me quiere como yo a él.
-A veces las personas no se dan cuenta de lo que tienen hasta que lo ven perdido… No te preocupes él se dará cuenta de lo importante que eres en su vida. En ocasiones con una caminata encuentras muchas cosas y muchas verdades… Bueno te prometí ayudarte para salir pero antes, responde ¿buscamos a tu amigo o dejamos que se las arregles sólo?

Helena sabia que Arturo no conocía bien el lugar, sabia que no lo podía dejar.

-Lo buscamos.
-Haz tomada una buena decisión, recuerda que él te necesita más de lo que te puedes imaginar. Ahora condúcete hacia el pie de las peñas ahí lo encontraras, solo tienes que seguir derecho por este camino sin desviarte.

En ese momento aquella mujer señalo hacia el poniente.

-No puedo acompañarte hasta ahí pero después de que te encuentres con él tomen el camino que se encuentra a la derecha del cuerpo síganlo y saldrán de este bosque.
-Muchas gracias

Helena estaba un poco confundida por las palabras y la actitud de aquella mujer  pero confió en ella y avanzo por el camino que le había señalado.

Arturo repuesto de un descanso que había tomado recontándose en el pie de un árbol, decidió continuar con la búsqueda de su amiga. No tenia ni idea de dónde se encontraba pero sabía que si se quedaba en un solo lugar no podría ni localizar a su amiga, ni salir del bosque.

Después de diez minutos de caminata sin sentido, Arturo estaba preocupado por su amiga, era probable que ella estuviera perdida igual que él, en estos momentos lamentaba haber dejado su teléfono móvil en su casa, aunque dudaba que en ese lugar hubiera cobertura. De repente vio a lo lejos a una mujer que corría a unos metros de distancia, pensó que era Helena, le grito pero ella no se detuvo, ni voltio a verlo.

Arturo pensó en seguir a aquella mujer, sabia que podría pedirle ayuda para buscar a su amiga y salir del bosque, echo a correr detrás de aquella mujer, le grito varias veces para que se detuviera pero no lo hacia, al parecer era como si no lo escuchara, pero él seguía corriendo de tras de ella lo mas que podía para lograr alcanzarla.

Súbitamente Arturo callo al suelo, cuando recupero el sentido pensó en que había tropezado con un tronco y que por ese accidente no lograría alcanzar a aquella mujer. Se puso de pie y se quedo atónito, no era un tronco lo que había causado su caída, era una mujer al parecer muerta.

En el suelo se encontraba el cuerpo boca abajo con un charco de sangre un poco seca, Arturo no supo que hacer, se quedo parado, después de unos minutos de contemplar el cadáver decidió buscar alguna identificación que portara, tan solo encontró una pequeña libreta pero ninguna identificación, no se atrevía a voltear el cuerpo para verlo de frente. Comenzó a leer lo escrito en la libretita pasados unos minutos llego al final del escrito y es cuando se entero de quien era esa persona que se encontraba muerta enfrente de él.

Helena después de unos minutos de seguir caminado en la dirección que aquella mujer le había dicho pudo ver a lo lejos a su amigo. Le extraño que estuviera leyendo algo, se acerco lo más de prisa que pudo y cuando estuvo a dos metros de distancia de él se percato del cuerpo en el suelo. Una sensación de consternación se apodero de Helena, aquella mujer que se hallaba en el suelo era la misma mujer con la que había estado conversando. Arturo fue abruptamente sacado de la lectura por la presencia de su amiga, quien tenía una cara de espanto.

-Helena ¿estas bien? Si es una persona muerta, me tropecé con ella al tratar de alcanzar a una mujer para pedir ayuda.
-No puede ser, Arturo esa persona… con esa mujer tirada en el suelo estuve conversando hace unos minutos, ella me dijo como llegar hasta aquí y me dijo también que estarías aquí…
-Tranquila, encontré esta libretita entre su ropa, ya se quien es, por lo escrito aquí, es mi vecina…
-No puede ser ella, te digo que estuve conversando con ella hace unos momentos…
-Toma –en ese instante él extendió la libretita- lee y te darás cuenta de que efectivamente es mi vecina

Helena agarro la libretita y comenzó a leer lo escrito en ella después de unos minutos, llego al final del texto y encontró en la última pagina una pequeña nota, cuando termino de leer confirmo lo que le decía su amigo, aquella mujer con la que estuvo concursando minutos antes y ahora muerta enfrente de ella, era la vecina de su amigo.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Caminata Parte V



Realmente si alguien me viera llevar esta platica conmigo misma y caminado a estas horas de la noche me consideraría una loca. Bueno, en realidad ese calificativo no me incomoda, hubiera sido un alago, comprobaría lo que siempre he creído que soy. Era momento de dejar de cuestionar mi vida, ya casi llegaba a más de la mitad de mi camino y siempre he pensado que lo pasado pasado, lo que hice o no hice no había forma de modificarlo… era momento de continuar con el plan.

Eran ya más de tres horas de andar también era momento de sacar la lámpara que cargaba conmigo. Había llegado al camino de terracería que conducía hasta las peñas que era el lugar a donde había planeado dirigirme.

El camino no me costaba trabajo ya que en varias ocasiones había andado en un bosque en la noche y sin una luz que iluminara. La verdad sería fácil llegar a las peñas, lo único que me molestaba era saber también el camino, en esos instantes me hubiera gustado tropezar, perderme en la montaña y llegar a otro lado. Era un momento en el cual conocer algo me molestaba, -siempre había buscado conocer todo lo que pudiera, sin embargo sabia que como ser humano tenia un tiempo limite y que no podría cumplir mi objetivo de saber todo- igual me estaba arrepintiendo en continuar lo planeado y tan solo dar media vuelta, regresar a mi casa y seguir con mi vida de manera cotidiana.

Una voz interior me dijo -¡no! por una vez en tu vida termina lo que comenzaste, que concluyera uno de mis tantos proyectos que había dejado inconclusos, que dejara a lado mi cobardía y siguiera avanzado, que no me hiciera la tonta, que ya sabia el camino y el tiempo exacto que me tardaría en llegar a las peñas. Ese tiempo era de una hora con cuarenta y cinco minutos.

En ese momento descubrí que ya había llegado muy lejos y que dar marcha atrás ya no era una opción, en realidad desde el momento de levantarme de mi cama esa opción se había eliminado.

Andando entre los arboles,  ya casi a punto de llegar a las peñas recordé una de tantas historias que había podido escuchar sobre el lugar en el que me encontraba; se decía que si no conocías bien el camino hacia las peñas podrías perderte y nunca salir, que como casi todos los caminos se parecían era muy fácil el perderse y eso podría ocasionar la muerte.

Otra de esas historias que me intrigaban era la que decía: que en un lugar de esa montaña se encontraba unas cuevas que al entrar en una de ellas quizá nunca podrías salir, se decía que si no tenias mas remedio que entrar, que solo miraras al frente sin voltear a ningún  otro lado -en especial hacia atrás- ya que si volteabas te quedarías vagando en la cueva eternamente.

La verdad eran muchos relatos que se contaban alrededor del bosque. Por fortuna desde pequeña siempre había ido a las peñas y nunca me había perdido, ni de noche y menos de día…

lunes, 26 de noviembre de 2012

Caminata Parte IV



Después de diez minutos Arturo y Helena salieron de la casa. Mientras se dirigían a la camioneta, ella noto que él parecía buscar a alguien

-¿Qué pasa tenias que ver a alguien temprano?
-No, ¿por qué?
-Es que parece que busca a alguien
-¿A quien voy a buscar tan temprano? Por favor…
-Ya se a quien buscas
-Según tu ¿a quién busco?
-Pues a quien mas, es obvio que a tu vecinita, esa la del nombre raro
-Se llama Jezabel y no es raro es bonito
-Bueno, y que ¿ya la invitaste a salir?
-No la he visto dese hace como un mes
-¡Ah! Ya caigo

Entraron a la camioneta, él sintonizo una estación local mientras Helena se abrocho el cinturón de seguridad y se dispuso a conducir. Durante el recorrido que duro unos cuarenta minutos, no cruzaron ninguna palabra. Era como si cada uno estuviera en su mundo. Aunque ninguno de los dos se sentía incomodo, porque siempre su amistad había sido marcada por momentos en que no se hablaban demasiado.

Al llegar al bosque realizaron un pequeño calentamiento antes de iniciar su recorrido por aquel lugar. Era un bosque muy tranquilo y la mañana era fresca, una formidable mañana para correr entre los arboles. Helena era la mas contenta de los dos, por supuesto era su idea estar en aquel lugar a esas horas de la mañana pero no eran las únicas personas que se encontraban en el lugar, en el estacionamiento se encontraba dos automóviles más. Era extraño encontrar a gente que también dispusiera de tiempo entre semana para realizar un recorrido por el bosque, pensó Arturo pero no le dio mucha importancia y le pregunto a su acompañante:

-¿Estás lista?
-Claro, siempre lo estoy
-Pues vamos, te recuerdo que solo vamos a recorres la parte de abajo que es lo único q conozco bien
-Vale, ya te dije que no importa

Los dos amigos corrían en paralelo, no hacia falta llevar una conversación con el maravilloso paisaje que tenían era mas que suficiente para disfrutar el momento. En el ambiente se podía sentir una sensación de frialdad, de alivio y de ilusiones terminadas, de tranquilidad, de esperanzas, era una sensación extraña que los dos jóvenes percibían.

Llegaron a la parte del bosque donde el camino se dividia en dos, uno era para regresar a donde habían dejado la camioneta y el otro era para llegar a las peñas, por su puesto que Arturo le señalo a Helena que camino tenían que tomar pero no contaba que en ese momento ella decidiera cambiar el rumbo. Él corrió de tras de Helena, gritándole que no se fuera por ese camino, que no lo conocía, pero a ella no le importo, al contrario corrió todavía mas rápido como si estuviera siendo perseguida por un asesino.

Arturo se encontraba en una pésima condición física, llevaban recorridos unos 300 metros y no la podía alcanzar para intentar detenerla, por su lado Helena disfrutaba del momento, disfrutaba correr y mas que una persona –en especial su mejor amigo- estuviera corriendo de tras de ella y no la pudiera alcanzar. Ella siguió corriendo, cuando noto que Arturo se estaba rezagando decidió bajar el ritmo y esperarlo.

-Que poca condición tienes
-¡Te dije que este no era el camino! Así que vamos a regresarnos
-Tranquilo, no pasa nada, no nos perdemos
-No conozco bien esta parte del bosque, vamos a regresar
-No por favor, sigamos por el camino –ella tenia una capacidad de convencer a Arturo, desde ya hace varios años que se conocían siempre lograba que él hiciera lo que ella quisiera-.
-No Helena, no quiero perderme
-Vale, pero si nos regresamos ¿me invitas a cenar o al cine?
-Nos vamos a regresar pero no tengo por que invitarte a un lugar, aparte tu prometiste que si veníamos solo íbamos a correr por donde yo conocía, rompiste la promesa así que mejor ya vámonos.

Helena nunca había visto tan molesto a su amigo, ella pensaba que igual y si él hubiera encontrado a su vecina, estuviera de diferente humor y tal vez la idea de recorrer el camino que no conoce lo le  parecería tan mal. Ambos regresaban por el camino, Arturo con un poco mas de prisa que Helena. De repente ella con un tono de voz que de mostraba su molestia dijo:

-Si ella estaría aquí, no te parecería tan descabellada la idea de caminar por este camino, aunque no lo conocieras
-¿De qué hablas?, ¿quién ella?
-No te hagas, por favor quien mas puede ser que tu vecinita.

En ese instante Arturo se quedo parado, no contesto nada, solo miro a su amiga, ella se quedo muy perpleja esperaba que le reprochara algo pero no fue así, él solo voltio la mirada y siguió caminado.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Caminata Parte III



Llegue al punto en que el camino se constituía de subidas era en este lugar donde realmente el esfuerzo lo tenía que redoblar. Hasta ese instante no había tenido la suerte de encontrarme algún vehículo que circulara sobre las calles que había recorrido. No lo habría notado, sino fuera porque venia bajando un carro negro a toda velocidad y gracias a que la banqueta era muy alta no me paso a atropellar y hubiera impedido que llegara a mi destino.

Unos metros mas adelante decidí tomar el primer descanso, fue cuando mire por primera vez hacia atrás. Estaba completamente segura de lo que hacia y sabia que si decidí tomar este camino era por voluntad propia y por la incapacidad de encontrar otra solución a los problemas que me aquejan. También sabía que mientras más avanzara y subiera, la vista seria linda y que tan solo por tener esa vista valía la pena el recorrido.

Continúe mi caminar, no tenia ya nada de frío al contrario el sudor resultaba molesto y pensé en mas de una ocasión tirar el chaleco pero desistí de ello. Recordé que a pesar de sufrir en la infancia de varias enfermedades respiratorias, adoraba el clima frío, siempre deteste el calor. Trate a lo largo de mi vida estar en lugares fríos, nunca permanecía mucho tiempo en lugares cálidos, odie los comentarios de la gente que decían: detesto el frío, el día esta muy triste, etc. Considere siempre a esas personas como incapaces de ver la belleza del frío, enajenadas que solo siguen la corriente principal, sin pensar en el por qué o en el cómo del frío. Igual y esa era una de las razones por la cual no soy muy sociable, por supuesto que otros factores intervinieron para que a mis cuarenta y cuatro años estuviera soltera y prácticamente sin un amigo(a).

Aunque eso no significaba que no tuviera algún pretendiente, creo que siempre deje que ellos trataran de hacer todo, tal vez si hubiera puesto de mi parte y hubiera puesto interés en conocerlos, tal vez no estaría en este momento caminando a estas horas de la madrugada. ¿Quién sabe? La verdad es que al final me construí este camino y ni modo no hay una maquina del tiempo que pueda utilizar para cambiar mi vida.  


Pensando en el cómo se ha desarrollo de mi existencia, creo que fue marcada desde temprana edad por una fiel compañera, la soledad. Siempre fui una niña muy solitaria. Solo tenía a mi madre, ella trabajaba todo el día para traer el pan a la casa. Ella no me dejaba salir a jugar con los demás niñas y niños; cuando asistí a la escuela en pocas ocasiones convivía con mis compañeros en el recreo.

Aunque fueron pocas las ocasiones que platicaba con mi madre, por lo regular siempre conversábamos de lo mismo: cómo vas en la escuela, recuerda que tienes que ser una excelente estudiante para que puedas ser alguien en la vida, etc. Desde que me dejo ya hace más de 14 años, le podría reprochar que no me enseño a convivir en una sociedad, de ahí en fuera le agradezco todo lo que hizo por mi. Pero ¿se les podría reprochar a los padres por qué los hijos no son sociables? A veces reprochamos cosas porque no vemos que al final nosotros construimos nuestras vidas. Es de esos momentos en que hay que afrontar la parte de la culpa, por su puesto que no eres inocente  pero tampoco eres culpable, solo acepta lo que te corresponde y lo afrontas. ¿La vida están complicada? o ¿en realidad es simple pero nosotros la haces complicada?  

martes, 6 de noviembre de 2012

Caminata Parte II



Eran las siete de la mañana, Helena se despertó con ganas de ir a dar una caminata por el bosque que se encontraba cerca de la casa de su mejor amigo.  Ella recordaba muy bien lo que alguna vez le había mencionado: -es un lugar muy agradable, tranquilo y relajante para correr por las mañanas y hay unas peñas que tiene una vista formidable, si quieres ir me dices y contacto a un amigo que conoce muy bien el lugar y nos vamos...

Helena busco su teléfono móvil, lo encontró tirado debajo de su cama, lo tomo y marco, se escucho el sonido de llamada por cuatro ocasiones antes de que se escuchara una voz.

-Bueno Arturo
-Bueno, oye si sabes a que hora son
-Claro son las siete con siete minutos de la mañana, que ¿te desperté?
- No, como crees, estaba esperando que alguien me llamará… ¡por supuesto que si me despertaste!
-Tranquilo, recuerdas que alguna vez me dijiste que si tenia ganas de ir a corre al bosque que se encuentra cerca de tu casa que te llamara, pues es tu día de suerte, vamos a corre ¿Qué dices?
-Pero tengo que llamarle a mi amigo para que nos guie
-Mejor dime que no quieres ir y ya
-No es eso, solo que no conozco bien el lugar
-Vamos no sea así, no nos perdemos, solo corremos por los alrededores sin adentrarnos tanto… solo quiero ir a corre un rato
-Vale, pues vamos, paso por ti en…
-No mejor yo paso por ti, así te da tiempo de despertarte bien jajaja
-Que graciosita
-Bueno te veo en cuarenta y cinco minutos vale
-Vale

Helena sin perder tiempo se levanto de la cama y se vistió con la ropa adecuada para ir a correr por una mañana en la que el sol se empezaba asomarse. Ella tenía unas ganas enormes de ir a aquel lugar que en menos de diez minutos ya se encontraba en su camioneta con rumbo a casa de su mejor amigo.

Por su parte Arturo después de colgar, decidió tomar unos cinco minutos más de sueño, sabia que por mas que se apurara Helena le tomaría mas de cincuenta minutos en llegar a su casa.

En la carretera, Helena se desesperaba porque no se avanzaba a un ritmo que ella quisiera, ese miércoles el estancamiento vehicular era más del cotidiano. Pensó que al final fue buena idea que ella pasara por Arturo, porque si ella esperaba a que él fuera por ella y luego regresaran por esa misma carretera le arruinaría la caminata.

Pasaron cuarenta minutos y Arturo se despertó, con muy pocas ganas se levanto y se dirigió al baño, después de hacer sus necesidades fisiológicas se dirigió a su guardarropa, escogió su ropa deportiva favorita, pensando en que podría encontrarse a su vecina y tal vez ella también le gustaría dar una vuelta por el bosque.

Arturo siempre le encanto la idea de invitar a su vecina a correr por el bosque pero siempre le falto valor para hacerlo. Por las pocas platicas que habían podido entablar, él sabia que a ella si le gustaba hacer ejercicio y correr era una de sus actividades favoritas. Todos en el vecindario sabían que Arturo estaba perdidamente enamorado de Jezabel, también sabían que él por falta de valor, nunca habían salido y que no platicaban mas que solo cuando se encontraban en la calle.

Sonó el timbre de la casa, Arturo pensó que era muy rápido para que Helena hubiera llegado, para su sorpresa –o desgracia- si era ella.

-Buenas dormilón
-¿Cómo le hiciste para llegar tan rápido? ¿Cuántos semáforos te saltaste?
-Tranquilo, primero salúdame y luego me interrogas
-Buenos días Helena, un gustazo verte tan temprano ¿cómo estas?
-Buenos días Arturin, el gusto es mío, estoy muy bien, ¿Qué no me invitas a pasar?
-Por supuesto, ya sabes que es tu casa
-Gracias, bueno ¿ya estas listo?
-Pensaba tomar algo antes de salir pero creo que no me lo permitirás ¿verdad?
-Vale, desayuna algo
-Dame cinco minutos, por mientras puedes prender la televisión
-Mejor pongo algo de música pero te apuras…

lunes, 29 de octubre de 2012

Caminata Parte I


No había podido conciliar el sueño en varias noches, pero al momento de tratar de levantarme, en un instante me vencía el sueño, lo que ocasionaba que no cumpliera con el objetivo que me había impuesto ya hace varios meses. Empero en esta ocasión había vencido, logre vencer mi incertidumbre e incorporarme a un extremo de mi cama.

Eran alrededor de la una de la madrugada, me cambie de ropa, tome un chaleco y una lámpara. Lo indispensable para hacer mi recorrido que en otras ocasiones, por diferentes motivos había realizado. Antes de marcharme, considere conveniente tomar una taza de café, una de mis tantas adicciones. Claro, que no soy la única persona en este planeta que es adicta a esta bebida, pero creo que si soy de las pocas que no le importa tomarlo frío.

En la cocina tomé lo necesario para prepararme mi bebida, agua fría, azúcar, café, una cuchara y la taza. En una pequeña mesa que se encontraba al lado de la estufa -ahí donde regularmente preparo mi bebida y por supuesto que en este momento no iba a hacer la excepción- coloque todo lo que cargaba y me prepare el café. Al terminar descubrí que había perdido alrededor de cuarenta y cinco minutos en todo este procedimiento.

Salí casi corriendo de mi casa, en la calle todo era silencio, sólo a lo lejos se escuchaban unos ladridos. Pensé que me encontraría con los vecinos de la tiendita, ya que ellos siempre tenían su escándalo todos los días (bueno todas las noches). Para mi asombro –tal vez también para mi fortuna- esa noche no habían prologado su “fiesta”.

Avance por la carretera sabia que este trayecto a pie duraría aproximadamente unas cinco horas. Ya estaba dirigiéndome, así que ya no había motivo por el cual regresar a mi cama a seguir durmiendo. Continúe avanzando hasta encontrarme con la calle en la que tenia que dar vuelta hacia la izquierda. Todo era tranquilidad, la madrugada era refrescante, pensé que había sido un error tan sólo traer el chaleco para cubrirme, reflexioné y me dije que no hacia falta otra cosa, porque cuando empezará a sudar, el frío no lo sentiría y cuando llegara al lugar indicado, no tenia sentido traer mas ropa, que al final no iba a servir de mucho.

Mire al cielo vi la estrellas eran hermosísimas a esa hora. Siempre me había gustado vivir en este lugar, lejos de la contaminación de las grandes urbes, por supuesto que también la vista de las estrellas y de la Luna eran otra gran razón. En esta ocasión, la viajera de la noche me había decidido abandonar y dejarme sola en mi recorrido.

Llevaba apenas una hora de recorrido, me pregunte el ¿por qué de esta caminada nocturna?, ¿por qué todo había terminado así?, ¿era correcto ir a ese lugar? Seguía caminando y respondiendo a cada una de las preguntas. Esto me ayudaba en qué pensar y así hacer que el recorrido no lo sintiera más largo de lo previsto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Recomendación

Hola en esta ocasión, no compartiré ideas sobre un tema en especifico. Hoy les recomendaré un nuevo proyecto radiofónico  que se llama Back Stage New el cual tiene por misión compartir música de nuevos artistas o grupos de cualquier genero musical y de forma internacional  ya que como es una radiodifusora vía Internet tiene acceso a todo el mundo. Las trasmisiones en este momento inician a las 6:00 pm y terminan a las 9:00 pm pero próximamente se expandirán los horarios.

Aquí les dejo el link para que sintonicen esta muy buena propuesta radiofónica

http://backstagenew.blogspot.mx/.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Equilibrio


Como ya lo comentábamos en la anterior entrada de este blog, una persona no puede estar triste todo el tiempo y tampoco puede estar alegre. Para el autor de este texto, la idea que nos han hecho creer –en su gran mayoría los medios de comunicación y la misma sociedad en la que nos desarrollamos- que debemos de ser felices, es imposible cumplirla. Porque un ser no es totalmente feliz a lo largo de su existencia. Esa idea de los cuentos de Disney que termina con la famosa frase de: “vivieron felices por siempre” es mentira.

Todos sabemos que en nuestra vida –nuestra existencia en este planeta, en esta dimensión- sentimos una variedad de sentimientos, entre ellos la alegría y el dolor, que esto nos lleva ha estar en estados de felicidad o de tristeza pero por mas que pretendamos estar en uno de los polos es imposible.

ahora imaginemos una línea numérica donde tiene valores negativo y positivo, cada extremo de la línea con un valor máximo de diez, es decir el valor positivo máximo es diez y el valor negativo máximo es menos diez. El valor positivo máximo corresponde a la felicidad, ha ese estado ideal donde toda la humanidad quiere estar, o mas bien donde nos dicen que debemos de estar, lo que debemos conseguir en la vida. Y el valor negativo máximo pertenece a la tristeza, un estado que no debemos estar según la sociedad pero desde mi perspectiva es necesario vivirlo.

En esa línea numérica de los estados de animo de las personas, como en otras líneas tiene  una intercepción que pasa de un estado “positivo” a un estado “negativo”, designado con el número cero. Este es el punto intermedio de la línea numérica, es decir es el punto de equilibrio. El punto ideal para vivir. Los dos polos de las líneas son imposibles de vivir. Como lo hemos venido diciendo la felicidad es un estado imposible en la vida de las personas, siempre hay cosas que hacen que saltes al otro extremo de la línea. Y un estado de tristeza se puede asociar a la depresión y desencadenarse en un suicidio. Es por eso que no se puede vivir en uno de los extremos.

El punto de equilibrio es la opción de vivir, en muchas culturas encontrar el equilibrio o la paz interior es algo que se ha pretendido desde ya hace muchos años. Esta idea del equilibrio no es novedosa, lo importante es darse cuenta que debería de ser el ideal de la especie humana, encontrar el equilibrio, el punto intermedio. Es una opción diferente a la que nos obligan a creer que debemos de ser felices, considero que debería de cambiarse y perseguir el ideal de estar en equilibrio con todo lo que nos rodea y principalmente con nosotros mismos. Por supuesto que no es nuevo lo que menciono pero considero necesario mencionarlo por el siempre hecho de que en nuestra sociedad actual el ideal de felicidad esta relacionando con el consumismo y la adquisición de bienes materiales que solo llevan a la deshumanización de las personas, que sólo importa cuánto tienes. Esta claro que todavía hay gente que piensa de otra forma que considera más valiosa la vida de una persona antes que cualquier objeto material pero por desgracia ese tipo de personas esta en un proceso de extinción  

El equilibrio es una forma mas humana de convivir con las personas, con tu entorno, contigo mismo. El punto cero es una forma de ver la vida de forma humana en una sociedad cada vez más deshumana. Es la forma de liberarse, de tener una libertad real, saber que son necesarios los dos polos – felicidad y tristeza- para vivir.

El equilibrio es un nuevo sentimiento, no es un sentimiento que hayas tenido antes. Muchas veces he escuchado a personas decir que tiene una mezcla de sentimientos, eso no es equilibrio. En otras ocasiones dicen que se encuentran tristes y alegres al mismo tiempo, eso tampoco es equilibrio. Simplemente reconocerás este nuevo sentimiento porque es diferente a todos los sentimientos hasta ahora registrados por el ser humano y que hayas sentido. Es un estado que para mi puede llevar a la mutación -en la concepción de Jodorowsky-.

Las personas que tiene bipolaridad saltan de un estado positivo a negativo de manera inesperado, es decir, este tipo de personas saltan de manera constante de un polo a otro mientras que las personas “normales” necesitan un factor que contribuya al salto. Para mí todos pueden llegar al equilibrio, el problema radica en quedarse en él, todos saltamos constantemente de un polo a otro y en muchas ocasiones hemos estado en equilibrio pero nos salimos por la visión errónea de buscar un polo. 

Busca el equilibrio para conocerte a ti mismo, conocer tu entorno y sentirás algo que te conecta con todo. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Blanco y negro



A lo largo de la existencia de la especie humana ha existido una ideología sustentada en la dualidad. Desde la existencia de dos seres que son iguales y diferentes, es decir pertenecen a la misma especie pero son diferentes; el hombre y la mujer. Hay otras dualidades de antaño, la luz y la oscuridad, el día y la noche, la luna y el sol pero hay una dualidad que engloba a todas, se podría decir que es la dualidad máxima: lo bueno y lo malo.

Desde la antigüedad en los tiempos de los filósofos griegos, Platón ya planteaba la idea de una dualidad con la alegoría del carruaje a lado,  -la verdad así es como recuerdo que se llama, pero creo que estoy equivocado en el nombre-  donde decía que todas las personas conducían un carro –carruaje- que era tirado por dos caballos uno blanco y otro negro y que a veces alguno de los dos tiraba mas de su lado y es cuando una persona se conducía por el lado bueno o malo.

En la actualidad muchas de las ideas de Platón  –en la cultura occidental-  persisten y tiene mucha importancia, aunque no se saben de donde vienen. Pero centrémonos en la dualidad del hombre. El ser humano no es bueno ni malo por naturaleza, el ser humano es una dualidad. Si el hombre solo fuera bueno por naturaleza  –como dice cierto personaje histórico-  y la sociedad lo corrompiera, no existiría una sociedad mala, es decir si el hombre fuera bueno por naturaleza hubiera creado una sociedad buena y no existiría el mal. Y si el hombre solo fuera malo por naturaleza, no existiría lo bueno, pero como ya lo dijimos es imposible que solo exista una parte de la dualidad.

En realidad el hombre –como ya lo mencionamos- es una dualidad, el ser humano –hombre y mujer- es bueno y malo a la vez, en él existe la dualidad. Es por ello que existe gente buena –le pondremos el nombre de gente cargada de energía positiva- y gente mala- gente cargada de energía negativa-. Hay gente que a lo largo de su desarrollo se carga por un lado, como lo decía Platón se va por un lado, es decir el caballo –negro o blanco- tira mas fuerte y controla la dirección del carruaje. Personas que se van cargando de energía positiva y energía negativa, algunos desarrollan solo una de ellas y no las dos que seria lo ideal, desarrollar las dos energía y encontrar el equilibrio entre las dos energías.

Muchas veces las personas solo se desenvuelva en una de sus energía y a lo largo de su existencia tiene un porcentaje mayor de una energía, por ejemplo, una persona puede tener alrededor de un ochenta porciento de energía negativa y el 20 de positiva o viceversa, y esto ocasiona que no pueda encontrar el equilibrio en su energía, en su interior. Es aquí donde me pregunto ¿cómo equilibrar nuestra energía, es decir que hacer con el restante de energía que nos sobra, ya sea positiva o negativa?

Ahora alejémonos un poco del tema y recordemos una ley de las ciencias duras que dice algo así: la materia no se crea ni destruye. La aplicamos a la energía como un tipo de materia, eso quiere decir que la energía no se crea ni se destruye. Entonces puede ser que la energía  buena y mala tenga que ser la misma –o tal vez vaya en aumento y no disminuye- y que al final debe de existir en el universo la misma cantidad de energía negativa y positiva y que si aumenta una debe de hacerlo la otra para conservar el equilibrio universal.

Retomando la idea anterior y centrándonos en el tema, se puede decir que los problemas son concentración de energía –un desequilibrio, un exceso de una de las dos energías- y que la solución puede ser encontrar en equilibrar las energías. Si también tenemos en cuenta a los seres humanos como seres de energías, sus problemas podrían disminuir si encuentran un equilibrio de energías.

Es en este momento donde retomo sentimientos asociados a lo bueno y malo y los más sobresalientes es la alegría y el dolor –también una dualidad, que no puede existir sin una de las partes-. Estos sentimientos son muy comunes en los seres humanos y a lo largo de su existencia y convivencia con los de su especie los sentirán. En algunas personas también se van desarrolla uno de los dos sentimiento –asociado a la energía- es decir a veces en su vida las personas sientes mas alegrías y otras personas siente mas tristezas. Un punto que quiero aclarar, es que en la vida no puedes estar todo el tiempo triste o alegre, y que siempre habrán los dos tipos de sentimientos. Tal vez por nuestras diferentes acciones nos vamos cargando de algunas de las dos energía y es por ello que en algunas ocasiones sentimos más alegría o dolor.

¿Qué hacer con el exceso de energía? Antes de tratar de dar respuesta a la pregunta, quiero decirles que si tienes un exceso de energía aunque sea positiva es malo, ya que como dije antes tener exceso de una de las dos energías es malo, no importa si es positiva, un ser humano necesita tener los dos tipos de energía, porque solo teniendo los dos tipos puede encontrar el equilibrio. Para tratar de equilibrar tu energía, tienes que encontrar una forma para hacer fluir ese exceso y regular para que solo te quedes con la necesaria.

Todos necesitamos tener un equilibrio –en este caso de energías- para poder disfrutar de la vida, para saber más de lo que conocemos y para sentirnos en equilibrio, que no es lo mismo que estar feliz, porque la felicidad es un polo, y no da el equilibrio pero ese es otro tema que desarrollaré en la siguiente publicación del blog.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Círculos



En la secundaria tenia una profesora que tenia la intención de impulsar la lectura en los estudiantes y se le ocurrió  que a lo largo del ciclo escolar que íbamos a estar en su materia tendríamos que leer por lo menos de 10 a 16 libros –aproximadamente- y entregar un reporte por cada libro. Para ello cada estudiante tendría que comprar un libro que la misma profesora elegía.

Dentro de la variedad de libro que en esa ocasión tuve que leer, se encontraba uno titulado El caballero de la armadura oxidada, -sinceramente en estos instantes no recuerdo el nombre del autor- el libro contaba la historia de un caballero que no podía quitarse su armadura y tuvo que realizar un viaje para poder llegar a quitársela. Ahora se preguntaran si voy hacer algunos comentarios más o en pocas palabras recomendar el libro. En realidad el libro es bueno, pero no es el sentido de este texto.

Tiene un poco de relación la idea del libro con la que les presento es por eso que quise mencionarlo. Imagina un círculo y dentro de ese circulo otro más pequeño y así sucesivamente, tal vez sean tres o siete –eso ya depende de cada persona-. Ahora imagina que esos círculos dentro de los círculos están hecho de concreto o madera –o de cualquier material que quieras, eso si que el material impida el paso o la visión de cualquier persona que esta a fuera- y que en esos círculos solo hay una puerta para acceder al interior del cirulo y dentro de ese circulo por lógica hay otro circulo y una sola puerta y así sucesivamente hasta el numero de puertas -círculos- que la persona haya elegido.

Si, cada persona crea esos círculos con el material y el número que ellos elijan y por supuesto que cada uno elige a quién deja entrar más en los círculos y a quien lo deja más afuera. Imagina a una persona digamos una persona que sea convertido en un amigo, en un principio conocía el circulo uno y de ahí lo dejaste pasar al circulo de los amigos y digamos que es tu mejor amigo, el accedió a un circulo mas profundo que cualquier amigo que tengas.

Todos tenemos eso niveles de relación con las personas y esos niveles como ya dije depende de cada persona –tal vez esos niveles para algunas personas sean solo de tres círculos, para otras de siete o mas- lo importante es saber que al final somos nosotros mismo quien da acceso a esos niveles. Algunas personas construyan más círculos como mecanismos de defensa y se aíslen o más bien se sienten seguras dentro de esos círculos y solo pocas o tal ves ni ella misma pueda acceder al último círculo que es donde realmente se encuentra su verdadera persona.

¿Realmente una persona llega a conocer a otra persona?, ¿puede suceder que una persona no llegue a conocerse a si misma? En la vida dicen que todo es posible. Una persona que construye tantos círculos puede llegarse a expulsar del circulo de su verdadero yo y de ahí -en el circulo que lo haya dejado su verdadera persona- construirse círculos y comienza a pensar que esa es su verdadero yo pero en realidad se aisló tanto que ni ella misma tiene acceso al último circulo. Hay muchas teorías, religiones, etc., que se preocupan por conocerse a uno mismo, que es relevante que los seres humanos se lleguen a conocer a si mismo, pero ¿si en la vida no llegas a conocerte a ti mismo, qué pasa?

Si una persona no se conoce a si mismo es casi imposible conocer a los demás. Aunque en mi opinión personal una persona si puede llegar a conocer a otras –es decir acceder al último circulo y realmente conocer al verdadero yo de esa persona- aunque esta persona no se llegue a conocer a ella misma, para mi es posible porque muchas veces el entorno hace que nos centremos en criticar a los demás y no ver nuestros defecto y ni aceptas nuestros errores, eso puede propiciar que llegues a conocer -a preocuparnos- a otras personas en su esencia y a nosotros no nos lleguemos a encontrar. Ahora me pregunto ¿qué es mas valido llegar a conocer a una persona en esencia o conocerse a uno mismo?

En general, los círculos se puede entender  o interpretar como el interior de las personas pero lo que digo es que ese interior tiene varios niveles y uno deja o permite pasar a ciertas personas a diferentes niveles, para algunos están juntos los amigos y la familia, para otros es mas importante los amigos que su familia. Ya cada persona establece estos niveles y su prioridades, eso sí entre mas importantes es mas difícil de acceder al nivel. Porque al final todavía no encontramos en una sociedad que hace que demostrar lo que sentimos significa debilidad, es por ello que solo a personas muy allegadas y de un aprecio muy grande pueden  acceder a niveles cercanos al último circulo. 

Dime ¿de qué están construidos tus círculos, cuántos son, cómo están clasificados y la mas importante tu tienes acceso al último circulo de tu persona?