La vista desde las peñas era
maravillosa, se llegaba a ver a una distancia de unos veinticinco kilómetros.
Ahí estaba parada en una de las piedras, el aire corría fuerte y frio, decidí
tomar un breve descanso antes de realizar la última parte de mi plan.
Me deje caer, y mire la hora
eran las cinco con cuarenta y cinco
minutos de la mañana, era una nueva marca personal. Eche un vistazo a mi
alrededor, era un momento inolvidable el estar ahí sentada, respirando y
cansada. No tenía nada que decirme, sabía que la última parte de mi plan era la
más importante.
Me puse de pie, sabia que si alguien
era arrojado desde esa altura no tenia ninguna posibilidad de sobrevivir, que
por la lejanía del lugar y que solo en pocas ocasiones era visitado aquel lugar,
tardarían días o hasta meses para encontrar un cadáver, sino es que nunca lo
encontrarían. Todos estos aspectos habían sido tomados en cuenta para realizar
el último paso.
Antes de saltar, saque una pequeña
libreta y un bolígrafo que cargo siempre en mi chaleco, escribí esta ultima
nota…
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