miércoles, 14 de enero de 2015

Preguntas


A veces hay un gran número de preguntas que surgen a lo largo de nuestra existencia, muchas van apareciendo de acuerdo a los momentos que vivimos. Las preguntas que a continuación surgen están enmarcadas en el inicio del año 2015, en un país tan hermoso como lo es México –aunque actualmente a los ojos del mundo no están hermoso-.

La política una de las entidades que en la vida cotidiana del ciudadano esta presente de muchas formas –en los medios de comunicación, las redes sociales-, se podría decir que en México la política esta presente en casi todas partes, aunque no quisieras involucrarte, es casi imposible escapar de ella. Este es nuestro caso, actualmente el bombardeo de spot con las ideas, propuestas, promesas de los candidatos, de sus partidos políticos, están por iniciar su ofensiva contra los ciudadanos, para ganar sus votos.

Usted amigo lector, se imaginará que este texto será patrocinado por algún candidato o partido político y a continuación expondré una serie de ideas, de ejemplos que hacen ver a un partido como la mejor opción para gobernar, o algo por el estilo, pero no es así,  como ciudadano mexicano, me surgen una serie de preguntas con respecto a este ambiente político que nos envolverá y nos dejará hasta mediados de este año 2015.

La primer pregunta que me surge es ¿Por qué tanto presupuesto para las elecciones –votaciones sería el termino correcto-? Los partidos políticos a través de cierta institución creada para regular estos procesos, reciben una gran cantidad de dinero para las campañas de sus candidatos, ¿Por qué los ciudadanos tienen que pagar por las elecciones?, ¿Por qué tanto dinero? Varios expertos en el tema, me dirán que organizar las elecciones es algo muy complejo y se necesitan recursos –materiales, humanos- lo que conlleva a necesitar un presupuesto, sin embargo creo que es muy excesivo el dinero que reciben los partidos, para sus procesos –precampañas y campañas-. Aquí es donde surge otra cuestión ¿se realizarían las campañas políticas si los partidos no recibieran dinero para ello? Es decir si el dinero de las campañas políticas no surgiera del presupuesto público, los partidos y los candidatos estarían dispuestos a llevar sus campañas, gastar un sinfín de dinero en spots, en artículos promocionales, etc.

Tal vez seria tiempo de que los ciudadanos nos pongamos a pensar si sería el momento para que el dinero de las campañas deje de ser publico, no se si sería el término correcto, pero sería turno de que las campañas políticas se “privaticen” –sabemos que aparte del presupuesto publico, hay dinero del sector privado en las campañas- pero ¿no sería mejor para los ciudadanos, -para que no haya derroche de dinero por ejemplo-, el dejar de “pagar” las campañas de los políticos?


Se que hasta cierto punto esto puede interpretarse como algo imposible pero  considero que los partidos políticos, la política en general recibe mucho presupuesto, y me pregunto ¿si los candidatos, los partidos, y los mismos diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales y demás sequitos, estarían dispuestos a desempeñarse en esos puestos públicos si el sueldo que se les otorgar fuera máximo de dos salarios mínimos al día? ¿Si no recibieran estas cantidades exorbitantes -que a veces son un insulto al pueblo- la política tendría tanta presencia en la vida de la población? Me arriesgo a dar una respuesta a esta pregunta, simplemente no estarían dispuestos a ejercer los puestos públicos, si el sueldo fuera como el de cualquier trabajador ordinario, creo que la mayoría ya no estaría interesado en ser diputado, senador, etc…

jueves, 8 de mayo de 2014

La Cabaña Parte I


En ese otoño habíamos acordado visitar la montaña cercana del lugar donde vivíamos, teníamos esa costumbre y cada año tratábamos de no faltar. Nunca imagínanos que esa sería la última vez que visitaríamos aquel lugar y que estaríamos juntos.

Como todos los años nos reuniríamos en la desviación donde se entroncaba la carretera principal y el camino de terracería que conducía hacia el interior de la montaña. Cada uno llego en su automóvil pero decidimos continuar el recorrido en uno solo.

El camino no era muy largo, aproximadamente unos treinta a treinta y cinco minutos hasta encontrar un pequeño llano, que fungía como estacionamiento. Si querías llegar a la parte más alta de la montaña tenias que continuar a pie. Como cada año hacíamos el recorrido, nos sentíamos conocedores del lugar, sabíamos los atajos para llegar más rápido a la cima. Los años de realizar esta pequeña excursión desde la época universitaria, nos proporcionaban una seguridad y una familiaridad con aquella hermosa montaña.

El día transcurrió con normalidad, con los chistes, las conversaciones para conocer lo que cada uno había realizado en ese año, las nuevas aventuras, los nuevos trabajos, etc. Podríamos decir que era una típica reunión de viejos amigos universitarios que se ponen al corriente en sus vidas.

Después de llegar a la cima y compartir las diversas vivencias, era la hora de descender para ingerir alimentos y todos sabían que quien llegara al final tendría que invitar la comida de los demás, no importaba por donde bajaras o cómo lo hicieras, si eras el último tendrías que desembolsar el dinero necesario para cubrir el gasto que se haría por la comida.


Cuando todos estuvimos reunidos en el estacionamiento, partimos rumbo a unas cabañas que se encontraban en la dirección opuesta de la montaña, un lugar donde los pobladores del lugar designaron como un área comercial. Aunque nosotros nos hubiera gustado que no estaría tan retirado de aquel llano que poseía una postal sin igual.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Seguimos siendo los mismo


A punto de finalizar el año 2013, un país sumergido en su pasado.


Seguimos siendo los mismos, por más que los diversos medios de comunicación (radio, televisión, periódicos, las redes sociales a través de la Internet) nos tratan de hacer creer que este país va a la modernidad, que es un país próspero, que tiene una democracia, que ya casi estamos a nivel de otros países  desarrollados en los diversos aspectos. Esto es una gran mentira que la gran mayoría de la población se cree y que tal vez saben que efectivamente es una mentira pero les conviene considerar esa mentira como verdad. Un sistema paternalista que funciona... 

Porque digo que seguimos siendo los mismo, es muy simple, un país donde el compadrazgo todavía existe; donde "si no tranzas no avanzas"; donde si no tienes palancas no consigues a veces el "apoyo" de un programa gubernamental o de un empleo; donde la mayoría de las instituciones a cargo del gobierno, sus funcionarios entraron a trabajar porque eran conocidos de alguien; donde se dice que se hacen reformas para el "bien" de la gran población pero que son superficiales o que tienen otros fines que no tienen nada que ver con su nombre y así puedo seguir enumerando un sin fin de actos (que no lo hago ya que cada uno de ustedes estimados lectores pueden percatarse de ellos en su vida cotidiana) que nos refleja un país estancado en un tiempo, hace años que seguimos igual... 

Un acto político, es un claro ejemplo de que estamos en un mismo tiempo, demuestra que todo lo mencionado arriba es la realidad de mi país donde la política lo es todo, donde algo relacionada a ella es lo máximo y estar en esos eventos suman puntos para que te ayuden (ya sea para conseguir trabajo inmediato o en un futuro, un recurso económico o en especie), para que se demuestre que los funcionarios públicos, en especial diputados trabajan. Un acto político que refleja que un país sigue siendo el mismo. Política que tanto afecta al país pero lo más irónico es lo que lo mantiene...

Un país encapsulado en una época, ahora me pregunto ¿algún día la gran mayoría de la población de este país tan peculiar hará algo para salir de esa cápsula, o seguirá engañándose?

Por último muchos consideren que es una visión pesimista, pero para solucionar un problema hay que aceptar el problema y creo que mi país no quiere aceptar un problema que hace que siga siendo el mismo.


Y para el colmo y para no variar llegan tarde y la música que ponen de fondo es puro cover que destruye buenas canciones, donde hablan de los apoyos que dan que consiguen como si nos regalaran de sus bolsillo... Y no me dieron torta...

viernes, 23 de agosto de 2013

ES EL ESTADO DEL ALMA LO QUE DETERMINA LA SALUD

Les comparto un texto que me llevo a mi correo, la verdad me parecio muy interesante y recomendable. Un interesante punto de vista de la enfermedad y la salud y de nuestra responsabilidad en ella.



ES EL ESTADO DEL ALMA LO QUE DETERMINA LA SALUD


“Es el estado del alma lo que determina la salud” (PARA LEER CON MENTE ABIERTA)


Desde que Ghislaine publicó su primera obra en la que pone en tela de juicio el funcionamiento del sistema médico –por ocuparse de la enfermedad, más que de la salud–, muchas conciencias han quedado inquietas. Para avivar estos temas, la autora, que transmite paz y seguridad, nos ha concedido un poco de su tiempo para compartir con los lectores su filosofía de vida.

Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt nació en 1941, su padre y su abuelo eran farmacéuticos y ella empezó la carrera de Medicina para complacerles. «Yo quería ser filósofa. Pero creía que lo de pensar no iba a aportarle nada a la gente. Pensé, voy a hacer algo útil, que beneficie a la población, y como me crié en este ambiente decidí hacer la carrera de Medicina. Al final he dejado todo eso y lo que hago ahora es lo que quería hacer desde el principio».

Guislaine está divorciada y tiene cuatro hijos. «Lo que a mí me abrió los ojos –continúa la escritora– fue mi divorcio. Es lo que me despertó. Cuando los niños se marchaban a casa de su padre tenía tiempo para mí, no sabía lo que era eso, me había olvidado de mí misma. Yo trabajaba pero me ocupaba mucho de la familia, para mí era la prioridad. Entonces, como un fin de semana de cada dos, no tenía a los niños, estaba obligada a ocuparme de mí misma y es así como empecé a evolucionar, a conocer gente y a descubrir cosas, a salir de la prisión de la familia. Después de esto, viví seis años en Estados Unidos. Yo nací en Montreal (Canadá), pero entre 1984 y 1990 estuve en Estados Unidos. Esta experiencia me abrió los ojos sobre lo que es el negocio de la medicina porque es así como lo llaman allí. Aquí en Europa y en Canadá hacen creer que es como trabajar por el bien del enfermo, que es un tema social. A la vuelta de Estados Unidos, escribí La mafia médica cuya primera edición se publicó en 1994».

El colegio de médicos le puso una demanda, el proceso duró un año y desde entonces la escritora imparte seminarios para que la gente entienda y tome conciencia de que es el estado del alma lo que determina la salud mental. «Cómo mejorar el estado de mi alma para mejorar el estado de mi cuerpo», dice Ghislaine.

Pregunta: Su visión actual de la salud es completamente distinta a cuando era médico ¿En qué momento y por qué dio usted un giro radical a su carrera?

Respuesta: A lo largo de los años empecé a ver cosas que no me parecían sensatas, que no tenían lógica, como por ejemplo, seguir dando medicamentos aunque no funcionaran, aunque no se curara la persona. Yo no entendía, por ejemplo, como en un cáncer se aplicaba la quimioterapia si lo que hace es enfermar aún más a la persona que acaba por morirse de todos modos.

Cuando aparecieron las medicinas suaves pensé que eso era interesante, y yo he ido a encontrarme con personas que practicaban la medicina alternativa y entonces me di cuenta de que lo que hacían era muy interesante, incluso mejor que lo que hacíamos nosotros en la medicina convencional. Esas personas me acogieron, me mostraron lo que hacían, cómo actuaban. Y yo pensé: ¿por qué no nos han enseñado esto a los demás médicos? ¿Cómo puede ser que no lo enseñen en la facultad y que además a estas personas las tachen de charlatanes y de estafadores? Yo me encontré con ellos y vi que eso no era cierto, no eran charlatanes. Así fue como me empecé a plantear cosas. Cuando acabé la carrera de Medicina yo estaba convencida de que hacia el año 2000 ya no habría más enfermedad en el mundo, tenía una confianza ciega en la medicina que me habían enseñado. Sin embargo, veía que el tiempo pasaba y que la salud de las personas iba empeorando. Me percaté también de que medicamentos que no funcionan se siguen recetando, y que se practicaba una guerra en contra de las medicinas alternativas. Además, yo era flebóloga y había abierto centros de flebología en distintos lugares del país, lo que me llevó a experimentar de cerca el negocio de la medicina tradicional. Y ahí sí que entendí muchas cosas.

P: ¿Qué papel juegan para usted las medicinas alternativas?

R: Las medicinas alternativas producen un bienestar más interesante que el que proporciona la medicina convencional. La medicina convencional corta, quema y envenena. Corta con las operaciones, envenena con la “quicio” y con los rayos. Las medicinas suaves pueden poner orden de forma temporal en el cuerpo, pero como el problema está en el alma, antes o después habrá que afrontar el problema del alma.

Es el alma quien enferma a los demás cuerpos. Por ejemplo: mi trabajo ya no me conviene, tengo náuseas por la mañana cuando pienso que tengo que ir a trabajar, entonces empieza a dolerme la espalda, las rodillas, la tripa… Puedo ir a ver a alguien que practique la medicina suave, va a ayudar a mi cuerpo, puedo tener tratamientos de técnicas energéticas que ayuden a mi cuerpo emocional y mental; pero hasta que no solucione lo que pasa con mi trabajo voy a seguir enfermando porque mi alma me dice «sal de aquí». Es interesante, porque el alma entrega un mensaje cada vez más fuerte y cuando no lo entiendes “te lanza un ladrillo a la cabeza”: un accidente de coche, un divorcio, alguien que muere en la familia, una enfermedad, perder el trabajo… Algo fuerte para que tú reacciones.

P: Desde su punto de vista como «médica del alma» ¿cree que hay alguna solución a este tipo de enfermedades?

R: Nunca es demasiado tarde, la sanación puede ocurrir en cualquier momento.

P: ¿A usted le va bien esta filosofía de vida?

R: A mucha gente le funciona, no sólo a mí. No es el médico el que puede sanarme.

P: Cada vez hay más casos de cáncer cuyos enfermos reciben quimioterapia. ¿No cree que en algunos casos la quimioterapia cura?

R: La quimioterapia es veneno. Normalmente no hace bien a nadie. Hay que saber que hay siempre un conflicto, cualquier enfermedad es psicosomática. Siempre hay un conflicto a raíz de una enfermedad, pero si yo identifico el conflicto y lo soluciono, la enfermedad se va. Así entendí que la medicina esta totalmente controlada por el dinero. Entonces, lo que nosotros hacíamos como médicos era enfermar más a las personas para así generar ganancias para la industria. Entonces, ¿qué es la salud? En la facultad sólo me enseñaron lo que es la enfermedad. Entonces, ¿qué es gozar de buena salud? Yo llegué a la conclusión de que el cuerpo sólo manifiesta el estado del alma. Y cuando mi cuerpo está enfermo es porque mi alma está enferma. Entonces el cuerpo por sí solo no enferma, es como un espejo que refleja lo que pasa dentro. Para ver mi alma, miro mi cuerpo y veo lo que hay en mi alma. Entonces no sirve de nada tratar sólo el cuerpo. Hay que mirar el alma, ¿qué es lo que no funciona en el alma, cuál es la enfermedad del alma? Es la guerra. Porque mi alma me dice internamente que haga algo y mi ego me dice que haga lo contrario. Entonces hay una guerra interna. La enfermedad es siempre la manifestación de un conflicto dentro de mí. Hay dos aspectos: el cuerpo y el alma. ¿Qué quiere el alma? El alma quiere la emancipación del Ser y el cuerpo quiere la seguridad del haber, del tener. Cada uno tira por un lado, el estrés significa la guerra interior. Cuando trato el alma, todo el cuerpo se alinea sobre este equilibrio. No quiero decir que no haya que cuidar el cuerpo físico, sino hacer las cosas en el orden correcto. Primero el alma, después el cuerpo mental, después el cuerpo emocional y después el cuerpo físico. Y lo solemos hacer al revés. La medicina convencional se encarga del cuerpo físico, y no trata el resto.

P: ¿No cree que la propia sociedad demanda que el médico se ocupe del cuerpo físico y le dé una medicina para el dolor?

R: La sociedad misma, nosotros somos los que creamos esta mafia a nuestra imagen y semejanza. El problema es que damos prioridad al «tener» sobre el «ser», ése es el desorden, priorizar el cuerpo en vez del alma. Para volver al orden hay que dar prioridad al alma en lugar de otorgársela al cuerpo, eso genera orden, paz y salud.

P: Eso es mucho más complicado que tomarse una pastilla…

R: Cierto, pero ¿qué hace una pastilla? Te da la ilusión de que estarás mejor, pero con el tiempo reaparecen los síntomas.

P: En el caso del paludismo, por ejemplo, alguien sano se enferma por beber agua contaminada, ¿también en este caso insiste en su teoría?

R: Esto es válido para todo. No hay ningún microbio exterior que haga enfermar, soy yo la creadora de mis enfermedades. Y ésta es la verdadera enfermedad del alma, el no saber que soy yo quien la está creando. Como yo pienso que no soy responsable, me imagino creadores exteriores: microbios, tumores, etc. Por ejemplo un simple catarro: hace frío, me cojo un catarro. Y puedes tener un catarro en verano, es un sinsentido, no tiene nada que ver con el frío. Con esta estructura de pensamiento voy generando la guerra hacia los factores exteriores. Y por eso se crearon las vacunas. ¿Qué son las vacunas? Dar la enfermedad de forma más debilitada para que el cuerpo reaccione. Es decir, no tengo la enfermedad pero si algún día la contraigo, sería menos grave porque ya me he puesto la vacuna. Te voy a dar otro ejemplo, tengo miedo de que mi hija sea violada. Entonces le voy a dar un violador debilitado, entonces si un día la violan será menos grave porque habrá tenido un pequeño violador y entonces estará preparada. La vacuna funciona igual. Es algo de locos. Vivir en el desorden lleva a este tipo de locuras. Por ejemplo, la gripe aviar. ¡Es extraordinario! Cerca de donde vivo había una experta muy seria que vino de parte de las autoridades médicas y nos ha dado cifras: en el plazo de nueve años se murieron cerca de 152 personas de gripe aviar en el mundo, solo en Canadá mueren cada año 10.000 personas por errores médicos, no de enfermedad sino de equivocaciones. ¡Yo creo que más bien habría que vacunar a los médicos! No hay epidemia, no hay nada. Entonces se ha creado una pandemia a escala mundial, en la cual se han gastado millones de dólares para tratarla pero no hay nada. Esto está en preparación desde hace muchos años. Llevamos de cinco a siete años oyendo hablar de una pandemia. ¿Cómo se puede anunciar que va a haber una pandemia? Una epidemia surge, ocurre, pero no la puedo prever, es un montaje.

P: Pero la gente tiene miedo…

R: Sí, es una forma de manipulación mental para llevarles a pensar que va a ocurrir una epidemia. Y un día, cuando ocurra, las autoridades dirán que ya lo habían previsto. Es algo que está preparado desde hace mucho tiempo, hay un proceso escondido detrás de esto. Yo no sé exactamente lo que es, puede ser, por ejemplo, ponerle a todo el mundo un chip electrónico porque cuando hay una campaña de vacuna se puede poner cualquier cosa en la jeringuilla. Así que es posible que haya una estrategia que consista en decir que hay una epidemia y que hay que vacunar a todo el mundo y entonces pondrían el microchip. Yo estoy segura de que hay algo detrás, un propósito escondido en decir que hay una epidemia y que hay que tener cuidado. Es una hipótesis. De todos modos sea para lo que sea el propósito es el control sobre la población.

P: ¿Tiene todo esto algo que ver con la trilogía de la mentira de que habla en su libro La mafia médica?

R: Hablo mucho de las vacunas en el libro y lo que yo digo a este respecto en el libro, es lo que desencadenó la ira del colegio médico. Porque las vacunas no se tocan, son sagradas, puedes hablar de cualquier cosa; la industria, los medicamentos… pero cuidado con las vacunas. Porque las vacunas otorgan importantes ganancias a la industria, pero a las personas les puedes transmitir cualquier cosa. La vacuna es un medio para producir genocidios con un blanco específico.

Cuando se quiere distribuir a un pueblo o a una raza, la administran, mira lo que está ocurriendo en África. Ellos lo llaman sida, pero ¿qué significa sida? «Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida». Entonces es el propio sistema inmunitario que se ha debilitado, de modo que cualquier afección es mucho más grave.

P: ¿Quién está detrás de toda esta estrategia?

R: Los que mandan. Hay un gobierno mundial que tiene todos sus ministerios, para la salud es la OMS, pero también están la UNESCO, UNICEF, FAO, FMI, Banco Mundial, etc. Todos los países miembros de la ONU obedecen las órdenes del gobierno mundial.

P: ¿Ve solución para esta situación?

R: Sí, sino mal vamos. La solución que yo propongo en el libro es la soberanía individual. Es tomar conciencia como persona individual de que soy yo la que tiene el verdadero poder. Por ejemplo, los McDonald’s, cuando la gente deja de ir a estos restaurantes. Si yo dejo de comprar y de dar dinero a las multinacionales ya no valen nada, no ganan dinero. Si los enfermos dejan de ir al médico, se derrumba el sistema médico, si dejo de pagar impuestos no hay gobierno. Entonces ¿dónde está el verdadero poder?, en la persona y la palabra SOBERANÍA, significa el poder último, el más alto, que siempre hemos pensado que estaba fuera y está dentro de nosotros.

Si pensamos en el poder más elevado, pensamos en Dios. Y ¿qué es Dios? Es el espíritu que crea todo el universo y esto está dentro de uno, no fuera. La solución viene cuando yo tomo conciencia de quién soy verdaderamente y que voy a comportarme tal y como yo soy, encontraremos la salud perfecta y la inmortalidad, que es más interesante que morir ¿no?

P: Y ¿Cuál es el primer paso que debemos dar?

R: Primero empieza por tomar una decisión, que consiste en dar rienda suelta a mi alma, es mi alma quien manda y no el ego, entonces dejo de pelearme, escucho lo que me dice mi alma. Por ejemplo, mi alma me dice: «deja este trabajo, ya no resuena contigo, deja de hacer eso»; pero el ego me dirá: «No, ¿estás loca?, tienes que pagar el alquiler, sostener la familia, ser buena madre…». Esa es la guerra, entonces dejo de pelear y escucho a mi alma. Y el ego empieza a agitarse y a ponerse inquieto ¿qué va a pasarme? Quiere controlar, es su función. ¿Qué va a ser de mí? Pues no lo sé, soy yo la que va creando qué va a pasarme. ¿Me voy a pelear conmigo misma? No, voy a hacer las paces.

Algo que se puede hacer varias veces al día y que mejora automáticamente cada vez la salud, es decir la verdad. Mentimos todo el tiempo, pero incluso sin darnos cuenta, estamos tan acostumbrados a hacerlo… tenemos mentiras gordas y otras que se llaman «medias verdades», pero la mitad que falta es una mentira. Y hay otra categoría de mentiras que son por omisión. Y esto se llama un secreto. A veces mi hijo viene a verme y me dice: «Mamá, tengo que decirte algo, pero no se lo digas a nadie». Si es un secreto y tú no puedes guardarlo, no me pidas a mí que lo guarde. Si para ti es un secreto y me lo transmites a mí porque pesa mucho sobre tus hombros, yo tampoco lo voy a guardar.

Son cosas del día a día. Si me quedo en la mentira y siempre estoy mintiendo, poco a poco voy destruyendo mi salud. Miento y me miento porque tengo miedo, es el ego el que miente, el alma nunca miente.

Si voy buscando el amor exterior, sufro. Si vivo con amor por mí, enfocado hacia mi interior, no por miedo de lo que la gente pueda pensar de mí, mi salud mejora.

Por ejemplo, toco aquí y siento un bulto en el pecho. Tengo dos posibilidades o me quedo aquí quieta y no hago nada, o me voy corriendo al médico. Si voy al médico me va a decir que tengo un cáncer. En la mente está escrito «Cáncer igual a muerte». Entonces si yo he sentido miedo y he ido al médico, el doctor me ha asustado aún más y me recomienda quimioterapia. A mí eso no me agrada porque la gente que conozco que se la ha hecho se pone verde, siente náuseas, no tiene pelo y tienen un estado muy debilitado y triste. Entonces cada vez tengo más miedo, cada vez estoy más enferma y cada vez me acerco más a la muerte.

Eso ocurre si tomo la opción del médico. En el otro caso mi cuerpo me muestra que hay un conflicto interno, el bulto en este pecho es un regalo que me hago a mí misma, no quiero quitármelo, es mi espejo el que me está indicando algo. Le voy a decir al bulto: ¿qué tienes que decirme?, háblame. Gracias por manifestarte. Te escucho, háblame de mi conflicto. Entonces yo digo a mi alma: te dejo libre. Voy a vivir y sentir el miedo a morir. De esta forma yo puedo sanar definitivamente, no una remisión temporal si no una verdadera sanación.

Por ejemplo, ¿qué es un divorcio? Una ruptura. Algo me dice: «no, no te tienes que divorciar, quédate junto a esa persona» y algo me dice: “no, ya se acabó”. Actualmente hay más divorcios porque la conciencia se eleva y la gente hace más caso a sus sentimientos. El divorcio y dejar un trabajo no son buenas opciones para la seguridad del haber. Hay cada vez más personas que dejan carreras brillantes porque ya no le encuentran sentido a lo que hacen. Es normal porque la conciencia se eleva.

Si no hago caso a mi alma y sigo en ese trabajo me enfermo y cuando voy al médico me manda antidepresivos. ¿Y qué son los antidepresivos? Son drogas que hacen que yo ya no sienta nada. «Mi trabajo bien, seguiré con él». Con ayuda de estas pastillas soy efectivo y puedo seguir pagando la hipoteca.

Algo que causa mucho estrés es el endeudamiento de las familias. Una manera de sanarse es salir de este sistema de endeudamiento porque supone esclavitud. Es la «simplicidad voluntaria», es un movimiento social de gente que lo adopta deliberadamente. Yo no lo recomiendo como movimiento social, pero sí como medida temporal para salir de esta trampa. De forma que, las necesidades materiales dejan de ser la prioridad en mi vida y más bien es el alma lo prioritario. La «simplicidad voluntaria» consiste en reducir las necesidades materiales. Por ejemplo si tengo una casa grande con una hipoteca muy elevada, un cochazo a juego con la casa, hijos que visten de marca, van a una escuela privada, etc. Todo eso cuesta dinero y tengo que seguir trabajando, pero ya no me gusta mi trabajo y ahí estoy preso… y eso es un estrés tremendo. La persona piensa que no tiene salida: «si dejo mi trabajo ya no seré capaz de ofrecer caprichos a mis hijos, perderé a mis amigos “pijos”, mi prestigio, mi mujer, reputación…» No se puede imaginar la vida sin nada de eso, pero es posible. Vendo la casa, vendo el coche, vamos a una casa más pequeña, los niños dejan de ir al colegio privado y se les manda a uno público y así tengo tiempo para mi alma. Eso es realmente la salud, esas cosas de la vida cotidiana son las que hacen que mi salud esté mejor o peor.

P: Usted demostró ser muy valiente cuando escribió el libro “La mafia médica”, que le costó la expulsión del colegio de médicos, supongo que vivió un conflicto importante. ¿Cómo se decidió a dar el paso?

R: Yo sabía que publicando ese libro se acababa para mí la carrera de medicina. Yo me acuerdo de ese momento y me dije: «Si no escribo este libro, me muero». Quizás no hubiera muerto rápidamente, pero sí a nivel del alma. No fue tan difícil, más difícil fue dejar mi papel de «buena madre».

P: ¿A qué se refiere?

R: Mis niños ya no lo son, ya no soy madre. Tuve que dejar de preocuparme por mis hijos. Un pasaje importante fue que mi casa ya no era más su casa. Yo tengo dos hijas y cada una de ellas había dejado en mi casa dos tazas para el desayuno. Hace más de un año llegó una amiga y me ofreció dos tazones, no tenía sitio para ponerlas todas y decidí quitar las tazas de mis hijas. ¡Eso fue tremendo! Era un símbolo del vínculo con mis hijas y se trataba de cortar ese tipo de lazos. Entonces una dijo que “vale” y la otra dijo que “ni hablar” y volvió a colocar la taza en su sitio. Yo le dije: «pues tú haz lo que quieras, pero yo ya he hecho lo que tenía que hacer».

P: El desapego, entonces, ¿tiene que ver con conseguir una buena salud?

R: Sí, cuando estoy apegada a algo es que tengo miedo de perderlo y si tengo muchos apegos no puedo avanzar. Con mi libro “La mafia médica” todo se fue: el título de médica, la profesión… Cada uno tenemos cargas y apegos distintos.

viernes, 24 de mayo de 2013

Ideas inconclusas (1)


Esta va hacer una serie de publicaciones donde compartiré algunas ideas, tal vez parecidas a un poema, o aun fragmento de un escrito, ideas de seres que me comparten sus pensamientos. Es simplemente publicar palabras que no se olviden.


No puedo pensar en todo lo que creía que era cierto,
No puedo pensar…
Aunque tú puedes creer que todo lo que digo esta mal.

No puedo, sólo quiero dejar de estar,
Y olvidar, pero jamás podré escapar

¿Todo lo que digo esta mal?
Todo lo que pienso sobre ti
No te lo quiero decir
No sé por qué debo de estar contigo
¿No puedo creer en todo lo que digo?
No sé que debo de hacer…

¿Todo esta mal?
¿Puedo pensar?
¿Puedo analizar?
¿No sé si existo y puedo creer en mí?
¿Y olvidarte?
Tú tampoco podrás creer en lo que digo
Pero jamás podré escapar
Y no puedo dejar de pensar
¿Y debo de pensar en ti?

martes, 21 de mayo de 2013

La Incorporación y el Uso de las TIC en las IES


En esta ocasión quiero compartirles la publicación de una parte de mi trabajo de investigación para titularme, que se realizó en la revista educ@upn de la Universidad Pedagógica Nacional (México) Unidad Ajusco. El trabajo gira en torno a la incorporación y el uso de las TIC en la educación, particularmente a Nivel Superior.

Les dejo un párrafo de la publicación.


El siguiente texto forma parte de una investigación para titulación, que se denomina Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el Nivel Superior. Dicha indagación se enfocó en las tendencias de incorporación y uso de las TIC en la educación superior del sistema educativo mexicano. Este apartado se escribió a partir del análisis de siete investigaciones en torno a la incorporación y uso de las TIC en algunas Instituciones de Educación Superior (IES) de México, que nos permitieron constatar la presencia de tecnologías en las IES, así como los usos que hacen de ellas docentes y estudiantes.



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domingo, 31 de marzo de 2013

D/31/03/13



Si esta vez no hay un titulo del texto, a veces es algo que atrae o no a lector pero lo que comparto no importa si atrae o no a las personas, lo que importa es que si mínimo una persona lo lee y se identifica vale más que te hayan leído miles sin entenderte.



A veces pierdo la esperanza en la humanidad, uno puede salir a dar una vuelta ya sea al parque, un centro comercial, a un pueblo, no importa el lugar pero cuando más avanzas pierdes esa fe en los seres humanos. Me llego a preguntar ¿realmente tendrán conciencia de quiénes son?, ¿piensan más allá de lo material?, tal vez para algunas personas estas preguntas no sean tan importantes, no lo se.

Sin embargo uno puede sentarse a observar a las personas en el lugar que hayas escogido, unas llevan prisa, otras no, unas acompañadas, otras solas, pero hay algo en común muchas veces están tan inmersas en la vida cotidiana actual, una vida que nos lleva al consumismo, a una felicidad comercial, etc., que simplemente pierden la esencia del ser humano. A veces los veo pasar y siento que no estoy con hombres y mujeres, sino con seres, sí simplemente materia viva que tiene la capacidad de pensar y de hacer un sinfín de cosas pero que no lo hacen. La mayoría parece zombis (si en los últimos años han estado muy de moda, muertos vivientes, etc. pero aquí lo utilizo como seres que viven pero que no piensan y que solo se dejan llevar por sus instintos) caminando sin rumbo, sin sentido.

Se que no soy un gran sociólogo, un antropólogo pero me gusta observar a las personas su comportamiento y en la mayoría de esas observaciones pierdo como dije al principio de este texto la esperanza en la humanidad, metidas en la tecnología sin contemplar a su alrededor, pierden el contacto con su entorno, a veces hay acciones violentas, insultos, un sin fin de acciones de cualquier persona sobre otra, no importando genero, edad, para esas acciones no existe discriminación todos las hemos cometido y eso nos lleva a  perder lo que realmente somos seres humanos.

Pero a veces también recupero la esperanza con acciones contrarias de generosidad de simplemente humanidad, que nos llevan al contacto a comprende al ser que esta en un entorno similar al mío, y que es diferente pero hay algo que nos hace iguales ser un ser humano. Aunque son más las acciones que hacen que la pierda.

Ahora es cuando se preguntaran y ¿tú que haces para que no se pierda la esperanza?, igual soy de esas personas que hacen que otras pierdan la esperanza, no me considero un gran ciudadano y menos un gran ser humano pero trato de entender el por qué de esta desesperanza. Tampoco quiero que se tome este texto como un clásico sermón para cambiar y esas cosas, la verdad simplemente trato de comprender mi entorno lo que soy y lo que son los que están a mí alrededor es algo que se tiene que hacer…



En la próxima publicación entrare en mas detalle en eso de comprender, antes de terminar este escrito te invito a que un día te sientes en cualquier lugar que quieras a observar a las personas por unos quince minutos si es que no tienes mucho tiempo para que veas lo que trato de explicar y trata de que cuando estés observando sea parte del entorno, no seas una persona que ve, sino te conviertas en un ser invisible que contempla una realidad sin modificarla, hasta cierto punto sin pertenecer a ella pero sin perder tu esencia.